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El doloroso duelo

Tabla de contenidos

Las pérdidas, los cambios, las decisiones a las que te obliga la vida te llevan a dejar atrás distintas situaciones, personas y objetos con los que has desarrollado relaciones de apego. Y siempre que aparece una pérdida, llega enseguida el respectivo duelo. Es inevitable, es parte natural del proceso.

Si bien es natural no es bienvenido, incluso puedes estar atravesando por un duelo sin ser muy consciente de ello. Y es por ello que me parece importante compartir contigo algunas reflexiones sobre el duelo y cómo atravesar esta dolorosa fase del proceso de cambio.

A consulta llegan personas son distintas dificultades que al profundizar más en ellas se presentan como duelos inconclusos, mal gestionados, que terminan expresándose como ansiedad, angustia, llanto fácil, dolores o manifestaciones psicosomáticas, insomnio, sensación de bloqueo, de no poder seguir.

En esta serie de entradas podrás saber qué es el duelo, sus características, las etapas que lo componen, las manifestaciones más habituales y lo más importante, sabrás reconocer cuándo se ha elaborado un duelo.

D de dolor

Con D de duelo también se escribe dolor. Duelo proviene del latín, de la palabra ‘dŏlus’ que significaba literalmente ‘dolor’. Y es esa la primera característica del duelo, es doloroso. Si has tenido una pérdida lo natural, lo saludable es que te duela, por eso no es conveniente evitar el dolor a la persona en duelo, lo único que se consigue es congelar el proceso, bloquear su duelo.

El duelo acompaña a una pérdida porque busca que puedas adaptarte interna y externamente a la nueva realidad, para es adaptación necesitas tiempo y es el tiempo que te provee el duelo y sus etapas. Es un proceso psicológico que además incluye aspectos fisiológicos y sociales. Pueden darse cambios en el cuerpo y sus ritmos, falta de sueño, falta de apetito, fatiga. Además si estas en duelo puedes perder el deseo de estar con otras personas, dejas de salir,  ya no puedes disfrutar de las actividades que antes disfrutabas.

Tiempo en el duelo

Si bien se hablan de unos tiempos entre 6 meses y 2 años y medio (dependiendo de diversos factores), también hay que tener en cuenta que no puede hablarse de un tiempo límite riguroso. Cuando se trata del duelo por un ser querido incluso el tiempo mínimo puede ser un año.

En un año se da un ciclo completo de la primera vez sin él o ella. su primer aniversario, su primer cumpleaños, el primer día de la madre/padre, la primera navidad, etc. Cada una de estas fechas especiales aumenta la realidad de la ausencia y es habitual y natural que el dolor se intensifique al acercarse esa fecha.

Lo esencial es que puedas reconocer y respetar tu propio ritmo, porque cada persona gestiona el duelo en su propio tiempo. Podrás reconocer que a medida que pasa el tiempo y regresan esas fechas especiales, la intensidad del dolor y la ausencia va disminuyendo poco a poco.

Etapas del duelo

Si bien se presenta un modelo de etapas para comprenderlo mejor, las etapas pueden presentarse en un orden diferente en cada persona e incluso superponerse unas sobre otras, tampoco existe un tiempo de duración determinado para cada etapa, pueden ser horas, días o años, dependiendo de cómo se logre gestionar el duelo.

Para este apartado retomo el modelo descrito por Elisabeth Kübler-Ross en el que el duelo se manifiesta en cinco fases:

Fase de Negación

Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida. Puede aparecer parálisis, no saber qué hacer, hacia dónde ir, qué decisiones tomar. Aparece también la confusión, tu procesamiento mental puede hacerse lento. Parece que si no aceptas lo que está sucediendo, es como si no pasara, pero no es así, es un autoengaño. no porque no quieras verlo deja de pasar.

Fase de Enfado, Indiferencia o Ira

Estado de descontento por no poder evitar la pérdida que sucede. Aparece el llanto explosivo, la desesperación. Se buscan razones causales y culpabilidad. Sientes ira contra la situación, contra la personas involucradas en la situación, contra la enfermedad, contra Dios, contra la vida.

Fase de Negociación

Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida. Se intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de conocerse la imposibilidad de que suceda. Aquí por ejemplo las personas tienen el diálogo interno de: Por qué no me ha pasado a mí y no al otro.  Si tuviera más tiempo hubiese hecho tal o cual cosa. De haber sabido no habría hecho o dicho tal cosa.

Fase de Dolor Emocional (o depresión)

Se experimenta tristeza por la pérdida. Pueden llegar a sucederse episodios depresivos que deberían ceder con el tiempo. Aparece llanto, apatía, falta de energía, dejas de disfrutar. Te parece que pocas cosas tienen sentido.

Esa es la diferencia con una depresión. En el duelo la tristeza hace parte del proceso y los episodios depresivos o tristes van menguando y disminuyendo. En una depresión la tristeza se ha congelado y no ha encontrado vía de expresión, no cambia, se intensifica y en consecuencia te deprimes. Puedes leer más en la entrada Tristeza o depresión ¿sabrías reconocer la diferencia?

Fase de Aceptación

Se asume que la pérdida es inevitable. Supone un cambio de visión de la situación sin la pérdida; siempre teniendo en cuenta que no es lo mismo aceptar que olvidar. Reconoces lo valioso que el otro te entregó durante su vida, o durante el tiempo que permaneciste en esa experiencia. Ves los aprendizajes que has obtenido a lo largo del proceso de duelo, reconoces los cambios en tí y los cambios que a tu vida ha traído esa nueva realidad.

Pasa a la acción

Te propongo como ejercicio recordar la última pérdida dolorosa que hayas tenido (un amigo, una mascota, un trabajo, una relación, un ser querido) y repasa cada una de las etapas del duelo identificando en qué momentos atravesaste por cada una de ellas. Incluso puedes darte permiso de reconocer que aún te encuentra pasando por alguna en especial.

En la entrada En medio del dolor…. atravesando el duelo podrás descubrir cuáles son las manifestaciones emocionales, físicas y cognitivas del duelo y en la entrada Después del dolor… La elaboración del duelo podrás identificar las características de las personas que han podido elaborar un duelo.

Gracias por compartirnos tus propias experiencias.

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