Psicología
para la acción

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No hago nada bien

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¿Cada día te esfuerzas por hacer más y más cosas, por complacer, agradar, tener reconocimiento, conseguir un “lo has hecho muy bien” pero en ocasiones no llega e incluso sólo te dices a tí mismo no hago nada bien?

Si de pequeño tuviste unos cuidadores presentes y atentos con tus necesidades emocionales probablemente aprendiste a reconocer por tí mismo tu esfuerzo, logras sentirte satisfecho y has cultivado la sensación de ser suficiente.

Sin embargo, he observado que lo habitual es que las personas sienten que no son suficiente. No se sienten suficientemente buenas, suficientemente listas, suficientemente guapas, suficientemente importantes, suficientemente valiosas y un largo etcétera. Y esa sensación te va minando día a día y te impide desarrollar todo tu potencial.

Hoy te propongo un ejercicio que puede ayudarte a reconocer y valorar todo lo que eres, todo lo que haces y lo que tienes. Porque la Gratitud y poner en Valor todo lo que si eres es uno de los antídotos para esa sensación de no valer y no hacer nada bien.

El bote de la gratitud

Cada día y hasta que lo hayas llenado completamente, escribe pequeñas notas sobre lo que puedes agradecer en tu vida, desde lo más obvio que casi nunca se reconoce como respirar, caminar, estar saludable, tener comida, una casa donde dormir, abrigo, etc. A otras como tener amigos, elegir lo que hacer durante el día, comunicarte con el mundo con libertad, decir lo que piensas, recibir un abrazo, que te den las gracias, poder ayudar a alguien, etc.

Esas pequeñas notas las escribes y las depositas en tu bote de gratitud y cuando esté lleno las vuelves a leer una a una. Pero vamos por pasos.

1. Crea tu bote de gratitud

– Elije un bote de cristal o de otro material pero que sea transparente.

– El tamaño depende de cuánto tiempo quieras hacer el ejercicio, te recomiendo que sea de tamaño medio (250ml) para que realices el ejercicio unos meses o grande (500ml) para que el ejercicio dure por ejemplo un año. Recuerda que todos los días escribirás por lo menos una nota de gratitud.

– Decóralo como prefieras, hazlo con cariño e ilusión.

2. Dale un lugar especial

– Busca un lugar en tu casa o en tu lugar de trabajo en el que tengas el bote de la gratitud a la vista, para que recuerdes cada día escribir tus notas.

– Toma papeles de colores o usa papel reciclado en buen estado y en limpio. Y elije un lápiz (de un color que te guste por ejemplo) para tenerlo siempre al lado. Dispone de todo lo necesario, que no tengas excusas para no escribir.

3. Empieza a escribir

– Cada día, da gracias como mínimo por algo que pase en tu vida, algo que tienes o algo que puedes hacer.

– Cuando esté lleno o cuando decidas que ha pasado el tiempo que quieres dedicar al ejercicio (unos meses o un año) las vuelves a leer una a una y disfruta de la sensación.

Variantes

Usos: Además de escribir cada día, otro uso que le puedes dar al bote de la gratitud es que en un día de esos que a veces tienes en que no ves nada valioso a tu alrededor, saca algunas notas y las lees, verás como tu perspectiva de la situación y de tu vida cambia. Cambia tu estado de ánimo.

 También puedes darle un vistazo a tu bote de la gratitud cuando necesites recordar todo lo valioso que eres, haces y tienes.

Tipos de botes:

– Gratitud por todas las pequeñas cosas de cada día (del que venimos hablando)

– Reconocer lo valioso que hay en una situación o persona. Por ejemplo, llenar durante meses el bote con notas sobre lo valioso que es tu hijo/, hermano/a, pareja, padre/madre, amigos/a y regalárselo por su cumpleaños o por navidad o simplemente porque se lo merece.

Puede ver más sobre la importancia de utilizar palabras de afirmación en la entrada Deja de sentir que nadie te comprende. La clave definitiva

Eres suficiente simplemente porque existes.

4. Realmente ¿no hago nada bien?

Lo que va a pasar a medida que llenas tu bote de gratitud es que cambia tu perspectiva de tu vida, empiezas a ver más lo que tienes que lo que no tienes. Todos echamos algo en falta en nuestra vida. Te haces más compasivo contigo mismo.

¿Has probado con alguna de éstas estrategias? Gracias por compartirnos tus propias experiencias.

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