… Me sentí cómoda mucho tiempo, el vivir hacia afuera es fácil, el ocuparme de los otros es más sencillo, el resolver asuntos que no te corresponden engorda tu ego y te produce satisfacción, sí está bien, muy bien… y tu vida ¿cómo está?
Empecé con Marcela por una necesidad escondida en lo más profundo de mí Ser. Soy como una lapa o un animal cuyo nombre no recuerdo que vive y se alimenta de los demás, no es autosuficiente. Fui tanto tiempo víctima vivíendo durante muchas etapas de mi vida mi propio drama que ahora estoy vacía no sé cómo puedo hacer, soy libre nada me ata, no pertenezco a nadie y nadie me pertenece, nadie me espera y no espero a nadie.
Solo yo desnuda ante mi espejo que vuelve a ser yo. Hay una María nueva…! más real, más ella misma y está trabajando el ser más auténtica…! Esta María sabe que su trabajo principal es amarse a si misma, cuidarse y respetarse, ser sobre todo coherente con su vida.
Tengo mucha información en la mente y he aprendido que llega de teoría, es el momento de la Acción.
Marcela me has ayudado a verme al desnudo, a liberar patrones aprendidos, a soltar los deberías y el sistema de creencias que me oprime por que no está en coherencia con lo que siento. A conectar con mi corazón y aceptarme como soy, con mi sombra y mi luz…
Me has ayudado a entender muchos interrogantes y procesos de mi vida, a aceptarlos como un aprendizaje para ser mejor ser humano y algo muy importante para mí: a abrazar mi sombra y todas las sombras sabiendo que sólo es la otra cara de la moneda y que es fruto del miedo y el sufrimiento por la separación de la Unidad interna, del Amor…
Gracia Marcela, te reconocí cuando te vi y ahora sé que mi intuición no se equivocaba. Gracias por iluminar mi vida y mi alma.