«Cuando acudí a terapia con Marcela me encontraba ansiosa y no paraba de darle vueltas a un tema que me preocupaba bastante. Aunque no llegaba al punto de encontrarme desesperanzada ni hundida, pensaba, y sigo pensando, que todos nos merecemos aspirar al mayor grado de bienestar emocional.
Así que con el trabajo personal que realizamos encontré la tranquilidad y la seguridad en mí misma para tomar decisiones que en otro momento me hubieran resultado casi imposibles. Me di cuenta que la situación no era tan «dramática» y que en la vida hay que aprender a soltar y confiar en lo que viene.
Muchas veces estamos tan metidos en nuestro problema y nuestra única visión de él, que es necesario que alguien «profesional» te ofrezca otro punto de vista que aporte claridad y motivación de cambio.»