Psicología
para la acción

¿Tienes miedo a sentirte mal para siempre?

Podemos ayudarte.

Lo que hace que quieras controlarlo todo

Tabla de contenidos

Existe una fuerte creencia que es la que te lleva a querer controlarlo todo. ¿Te gustaría descubrirla? Hoy te presento una perspectiva de tu necesidad de control que se resume en un principio fundamental y te ofrezco 5 acciones que te pueden ayudar a salir de esa prisión en la que en ocasiones se convierte el querer controlarlo todo.

Ahora bien. Para algunas personas la necesidad de control nace de su profunda sensación de descontrol interno, y está más cercana a la neceisdad sintomática de control. Hoy hablaremos de un control menos patológico.

¿Cuántas veces te sucede que ante un imprevisto o al no poder hacer frente a tus responsabilidades te asalta el pensamiento no puede ser así, debería ser de este otro modo? Es decir, quieres tenerlo todo bajo control.

Ves el control como un valor

Este es para mi el principio fundamental. La creencia más arraigada que te lleva a buscar controlarlo todo. Ves el control como un valor, lo ves como algo positivo, deseable y correcto.

Durante el día a día no te guias por tus ritmos y por las necesidades de tu cuerpo, sino por el reloj. Cuántas veces ha llegado la hora de la comida y te sientas a la mesa a comer básicamente por es la hora de hacerlo y no porque tienes apetito. Estoy segura que te ha sucedido.

Lo que hace que quieras controlarlo todo

Controlas el tiempo y parece que cuanto más controlas tu agenda más actividades puedes poner en ella. Y a más actividades y compromisos parece que eres más exitoso y ocupado. Tienes largas listas de deberías y de pendientes. Tener estas largas listas hace que parezca que eres más importante, imprescindible o más ocupado que los demás.

Crees que si controlas los gustos o las necesidades de otros (hijos, pareja, familiares) podrás así ayudarles a ser  más exitosos. Esa es otra ilusión y habitualmente lo que logras es que no sepan con claridad qué les gusta o qué les hace falta y terminan por no confiar plenamente en sí mismos.

Ves el pedir ayuda como una muestra de debilidad. Para evitar pedir ayuda buscas tener todo bajo control y demostrar a los demás que no los necesitas para nada.

Te esfuerzas por controlar tus emociones  y no te das cuenta que al buscar controlarlas dejas de lado la posibilidad de reconocer y satisfacer su necesidad. Este enfoque del control de las emociones es profundamente dañino.

Psicología para la acción

Hoy te propongo 5 acciones que te permitirán ir soltando la necesidad de control

1. Pon foco en la experiencia. Conecta con lo que estás viviendo, necesitando, experimentando en el momento. Cuánto más te centres en el futuro, en lo que pasará más necesidad de control tendrás.

2. Trabaja en definir un propósito de vida. De esta manera verás que te centras menos en las tareas y más en lo que realmente es importante para ti.

3. Define qué es lo esencial para ti. Cuando tienes claros tus esenciales en el día a día tendrás menos ruido en tu cabeza y mayor capacidad para soltar lo irrelevante.

4. Realiza una tarea a la vez. No pretendas dar cubrimiento a todo al mismo tiempo. No tienes súper poderes.

5. Pide ayuda. Es la única manera en que dejaras de necesitar tener todo bajo control y empezarás a confiar en que otros podrán acompañarte en realizar eso que necesitas o en alcanzar eso que te has propuesto.

Si esta entrada te ayuda, compártela, y de esta manera ayudas a otros y me ayudas a mi.

Puedes suscribirte al blog y recibir en tu correo electrónico las actualizaciones.

psicologa en vigo, marcela gallego lopera

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *