Psicología
para la acción

¿Tienes miedo a sentirte mal para siempre?

Podemos ayudarte.

¿Por qué sentimos que algo falta cuando todo parece estar bien?

Tabla de contenidos

A veces, lo tienes todo: trabajo, familia, salud, estabilidad…  sin embargo, dentro de ti hay una sensación sutil, persistente, casi silenciosa de vacío. Algo no encaja. Algo falta. Pero ¿qué? Hoy vamos a explorar qué hay detrás de esta experiencia, por qué es más común de lo que imaginas, y qué puedes hacer para comenzar a reconectar contigo misma y encontrar un rumbo que tenga sentido para ti.

¿Qué significa "sentir que falta algo"?

Sentir que falta algo cuando todo parece estar bien es una experiencia profundamente humana. No se trata de ingratitud ni de no valorar lo que tienes. Es una forma de sabiduría interna: una señal de que hay partes de ti que están esperando ser escuchadas, reconocidas y expresadas.

Este vacío interior muchas veces se manifiesta como:

  • Falta de motivación

  • Dificultad para disfrutar

  • Sensación de vivir en automático

  • Irritabilidad o tristeza sin causa aparente

  • Cuestión existencial: «¿Es esto todo lo que hay?»

Este malestar no es un error: es un llamado.

Las 3 causas silenciosas del vacío interior

1. Desconexión de tus valores

Cuando tus decisiones diarias no están alineadas con lo que verdaderamente te importa, es fácil sentirte vacía. Puedes tener éxito, pero si no responde a lo que es significativo para ti, se convierte en una jaula de oro.

Por ejemplo, he acompañado mujeres que han logrado ascensos, comprado su casa soñada o formado una familia, y aun así, sienten un vacío persistente. Una de ellas me dijo: «He conseguido todo lo que quería, pero no sé por qué me siento tan triste, nada me llena». Otra, tras años de dedicarse a los demás, descubrió que nunca se había preguntado qué deseaba ella realmente. Estas historias son un espejo común: el logro sin sentido se transforma en una carga silenciosa.

2. Vivir hacia afuera

Socialmente parece que se espera que puedas complacer, cumplir, para proyectar una versión de ti que sea «correcta». Pero esa versión a veces deja fuera partes esenciales: tu deseo, tu intuición, tu ser más profundo.

Muchas veces, en consulta, veo cómo mujeres se vuelcan completamente en cuidar a otros: hijos, parejas, padres, incluso jefes o amistades. Dicen que eso les da sentido, pero con el tiempo descubren que han postergado sus propios deseos tanto tiempo que ya no saben qué quieren. Ese «estar siempre disponible» se convierte en una forma de evitarse a sí mismas. Y cuando el reconocimiento externo no llega o no llena el vacío interno, aparece la sensación de haber vivido para todos… menos para si misma.

3. Hiperfuncionalidad emocional

Estar siempre en modo hacer, resolver, controlar, impide la pausa necesaria para sentir. Y sin sentir, no hay dirección genuina.

Y entonces te preguntas de dónde viene tanto cansancio y agotamiento. Has estado entregada a sostener todo para todos, funcionando sin parar, pero desconectada de ti misma. Ese desgaste profundo además de físico, es existencial: nace de no escucharse, de no sentirse, de no habitarse. Sin espacio para sentir, no puedes orientarte; y sin orientación, te sientes perdida dentro de tu propia vida.

¿Estás viviendo en automático?

Hazte estas preguntas:

  • ¿Tomas decisiones importantes desde el deseo o desde la inercia?

  • ¿Recuerdas la última vez que sentiste entusiasmo verdadero?

  • ¿Te sorprendes reaccionando de forma automática sin saber por qué?

Vivir en automático no es tu error. Es un mecanismo de supervivencia. Y cuando se vuelve crónico, te desconecta de ti misma.

El verdadero sentido detrás del malestar

Algo que he visto en las cientos de personas con las que he trabajado en consulta es que muchas de sus dificultades tienen una causa común: la ausencia de propósito.

He observado que cuando las personas se conectan con sus emociones, y luego con las necesidades detrás de esas emociones, pueden empezar un proceso profundo. Pueden mirar sus creencias, sus juicios, sus prejuicios… y desarmarlos. No se trata de eliminarlos, sino de comprender de dónde vienen, de reconfigurarlos. Así se dan cuenta de cómo pueden definir su vida de forma completamente distinta.

Esa sensación de vacío no significa que estás haciendo algo mal. Es una señal. Una manifestación de la falta  de rumbo, de claridad, de una definición esencial de quién eres más allá de tus emociones, pensamientos o creencias. Porque tú no eres nada de eso, y a la vez eres más que todo eso. Eres un ser en movimiento constante, que puede transformarse.

Psicología para la Acción: Reconecta con lo que te importa

Tómate 10 minutos, en un lugar tranquilo, y responde por escrito:

  1. ¿Cuándo fue la última vez que sentiste plenitud? Descríbela.

  2. ¿Qué estaba presente en esa experiencia? (personas, acciones, valores)

  3. Si tuvieras que elegir 3 palabras que describen una vida con sentido para ti, ¿cuales serían?

  4. ¿Qué pequeña acción podrías realizar esta semana para acercarte a esa versión de ti?

📘 ¿Quieres profundizar en este camino?

Descubre Activa tu propósito interior, un cuaderno de prácticas con 68 ejercicios diseñados para ayudarte a descubrir tu dirección, reconectar contigo misma y transformar el vacío en claridad.

📅 Un recorrido estructurado y práctico. 💭 Con preguntas que despiertan. 🌟 Para mujeres que están listas para vivir con sentido.

👉 Haz clic aquí para verlo en Amazon

Si esta entrada te ayuda, compártela, y de esta manera ayudas a otros y me ayudas a mi.

Puedes suscribirte al blog y recibir en tu correo electrónico las actualizaciones.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *