Querer salir del malestar psicológico en un mundo en el que nos hemos acostumbrado a buscar soluciones express, sencillas y que impliquen poco esfuerzo, no es precisamente lo más popular. Básicamente porque implica comprometerse en un proceso de crecimiento interior y de auto transformación.

Para el sufrimiento humano no hay salidas express. Transformar el dolor en experiencias que te enriquecen implican, en primer lugar, tu claro y decidido compromiso.

En esta serie de tres entradas voy a compartir contigo algunas estrategias que aplicadas a mediano y largo plazo con compromiso y constancia, te ayudan al salir de ese malestar psicológico que crees por ahora imposible de superar.

La segunda entrada es Tu cuerpo, un aliado en la búsqueda del bienestar y la tercera entrada Pon el foco en tus posibilidades

Las dos ideas esenciales

El primer paso para iniciar cualquier proceso de recuperación es tener claras dos ideas:

1) Tú eres el único que necesita comprometerse con tu propio bienestar, alegría y paz, y

2) Para conseguir salir del malestar psicológico es esencial actuar de acuerdo a tu compromiso con hacerlo

La coherencia entre tus decisiones y tus acciones es esencial. Si has decidido comer mejor no pidas una rosquilla a la primera oportunidad que tienes, si has decidido hacer más ejercicio deja de encontrar excusas para quedarte tirado en el sofá. Que tus actos sean coherentes con tu compromiso de evolución, mejora y crecimiento. Sin lo anterior, nadie puede ayudarte, nadie puede hacerlo por ti.

Comparte tus emociones cada día

Hablar de lo que te pasa libera tensiones y te ayuda a organizar tus ideas. Cuando hablas te escuchas a ti mismo y de esta manera puedes tomar conciencia de cuáles son los sentimientos y pensamientos que están generando tus estados de ánimo. Así mismo puedes darte cuenta de cuáles son los pensamientos que retroalimentan tu malestar psicológico.

Es muy importante, como lo he dicho muchas veces, que elijas con quién hablar. Elije alguien discreto, que te aprecie de verdad y te respete, que no quiera darte consejos u opiniones si no se los has pedido y sobretodo, que no crea que tiene que decirte qué hacer. Sólo necesitas que te escuche, nada más. Puedes leer más sobre la habilidad de escuchar en ¿Te crees bueno escuchado? Tal vez descubras que no lo eres.

Sé asertivo

Cuando aprendes a decir NO sin dañar al otro y a poner límites no sólo evitas que tus emociones se salgan de control, también ayudas al otro a que aprenda a respetar y reconocer dichos límites en sus relaciones. Para saber más puedes leer la entrada ¿Porqué digo sí cuando quiero decir que no?

Establece una serie de acciones para salir del malestar psicológico

Utiliza herramientas para encontrar mayor armonía en la vida diaria. Técnicas de relajación, respiración, la meditación y diversas prácticas de toma de contacto con el propio cuerpo pueden ser eficaces a la hora de manejar situaciones de tensión. Si llevas, por ejemplo, la atención a la respiración abdominal en un momento de preocupación vas a encontrar mayor paz y esta sencilla acción puede marcar la diferencia en la solución del asunto que te preocupa.

La respiración abdominal tiene por si sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los hemisferios. Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto teniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación de vulnerabilidad durante 6 horas. Así mismo el estrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y a nivel hormonal.

Cambiando el foco de atención de esos pensamientos que te están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación y que están haciendo que tus decisiones partan de un punto de vista inadecuado. Es más inteligente llevar el foco de atención a la respiración, ésta tiene la capacidad de serenar tu estado emocional y centrar tu mente. Respirar conscientemente proporciona un gran placer.

Psicología para la acción

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