En la entrada ¿Sabías que tus evaluaciones automáticas están saboteando tu vida? Descubre las tuyas partimos un un párrafo lleno de contenido que vamos desmenuzando para que puedas profundizar en la comprensión de tus estados de ánimo y de este modo, poco a poco, puedas empezar a transformarlos.

Decíamos que siempre estás en un estado de ánimo. Detrás de todo estado de ánimo hay una evaluación, una interpretación de lo que ves o no posible. Una evaluación que tiene que ver con tu futuro. Cuando transformas las interpretaciones que tienes sobre las posibilidades que ves en tu futuro, transformas tus conversaciones y en consecuencia transformas tus estados de ánimo.

Cuando hablamos de evaluaciones, de interpretaciones no estamos hablando de verdades absolutas.

Sin embargo es probable que tomes tus opiniones, tus interpretaciones, tus juicios como verdades y esta condición se está cerrando posibilidades y te mantiene bloqueado en estados de ánimo negativos.

Por ejemplo. Si asumes que tus sensaciones son la verdad entonces actúas de acuerdo a tus sensaciones.

Un diálogo reciente con una consultante te puede ayudar a comprender lo que digo.

…

C: No voy a hablar más, no vale la pena. Yo siento que Fulanita me habló así porque no le importo, porque sólo piensa en sí misma y no en que me hace sufrir.

Yo: ¿Y cómo sabes que no le importas?

C: Porque es lo que siento, es obvio que no le importo.

Yo: ¿En qué ves que no le importas? ¿Dame ejemplos de lo que hace que te evidencia que no le importas?

C: En que me hace sufrir….

…

El diálogo fue más largo. Al final pudo ver sus juicios, sus evaluaciones infundadas.

Cuando por fin salió de esas interpretaciones y tomó acción para conversar con Fulanita se dio cuenta de lo que realmente sucedía y ni siquiera tenía que ver con ella, sino con lo que a Fulanita le estaba pasando en ese momento.

Cuando cambiaron sus interpretaciones, sus juicios sobre esa relación, cambiaron sus posibilidades y se atrevió a tomar acciones que antes no había probado.

Para salir del drama en el que te sumerge tomarte tus juicios o evaluaciones como verdades, necesitas partir de una diferencia esencial: tus juicios y la verdad no son lo mismo.

Lo que ves es verdad, lo que opinas sobre lo que ves no lo es

Hemos asumido que el lenguaje es pasivo, es decir, que básicamente lo que hace es describir el estado de las cosas.

Sin embargo para la odontología del lenguaje cuando usamos el lenguaje también actuamos, estamos siendo a través de los que decimos.

El filósofo John R. Searle propuso que cuando hablamos realizamos un número restringido de acciones y éstas son universales y las denominó actos del habla.

A partir de allí son retomados por Fernando Flores que las denomina actos lingüísticos dado que también pueden ejecutarse de forma no verbal.

Dos actos lingüísticos básicos

Hoy quiero presentarte dos de esos actos lingüísticos y son las afirmaciones y las declaraciones.

Dentro de las declaraciones existen las declaraciones constitutivas, de las que hablaremos en otro momento y las declaraciones evaluativas o juicios.

El propósito de esta entrada no es agotar el tema ni dar una explicación exhaustiva al respecto. Si deseas profundizar puedes consultar la bibliografía de Fernando Flores.

Esta tabla te permitirá comprender mejor en que se basa cada una de ellas.

Psicología para la acción

Por ahora te propongo que empieces a observar en tu cotidianidad juicios y afirmaciones para que así puedas ir entrenando tu mente en identificarlas rápidamente y no engancharte emocionalmente ante un juicio cuando te lo tomes como una afirmación. En la tabla a continuación te doy algunos ejemplos que te pueden ayudar.

En la siguiente entrada verás con más detalle cada uno de estos aspectos y cómo cada día saboteas tu vida con todos los juicios infundados que tienes sobre ti y que tomas como verdades.

Si te interesa aprender a transformar tus estados de ánimo sigue leyendo las próximas entradas o ponte en contacto conmigo.

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